sábado, 3 de noviembre de 2012

Abuela.

No pensé que volver al cementerio me dolería tanto, son tantos sentimientos encontrados. Después de un año y mas no puedo dejar de extrañarte, eres tan importante. Amo hablarte aunque no obtenga una respuesta, ya no hay actos, ¿o tal vez si?... Te lo dije, mataría por un abrazo tuyo en estos momentos, las lagrimas ya caían pero no debía llorar, no puedo hacer llorar a mi mamá también, que nos veas llorar no es bueno, debo estar bien por que tu estas bien. No pensé que lo del abrazo lo cumplirías y menos tan luego, hoy cuando fuimos al super mercado una de tus amigas me abrazo de tal manera que sentí ganas de llorar, fue un consuelo tan grande, gracias por eso y por todo, aun me faltan años para terminar de agradecerte, cuídanos desde donde estés.